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Una taza al día de este milagroso té puede ayudar a calmar el dolor de articulaciones y huesos

Consumir de manera regular ciertas infusiones puede aportar beneficios al bienestar general, especialmente en casos de inflamación o molestias articulares. Aunque no sustituyen ningún tratamiento médico, su uso tradicional está respaldado por la herbolaria y la medicina natural.

Entre las plantas más utilizadas para aliviar dolores de articulaciones y huesos destacan el jengibre, la cúrcuma, la manzanilla, el saúco y la caléndula, de acuerdo con el compendio Herbolaria y plantas medicinales. Estas hierbas contienen compuestos naturales con propiedades antiinflamatorias y analgésicas, como flavonoides, aceites esenciales y compuestos fenólicos.

La caléndula (Calendula officinalis), reconocida por sus flores de tonos amarillos y naranjas, se emplea desde hace siglos en infusiones, ungüentos y remedios tópicos. Sus triterpenos y saponinas ayudan a reducir hinchazones y molestias en las articulaciones, además de favorecer la cicatrización de heridas menores y aliviar problemas digestivos leves.

El té de caléndula es sencillo de preparar: basta con añadir una cucharadita de pétalos secos a una taza de agua caliente, dejar reposar de cinco a siete minutos, colar y consumir. Tomado de manera regular, puede contribuir a disminuir la rigidez y el dolor en articulaciones, facilitando la movilidad en personas con molestias leves o desgaste articular.

No obstante, especialistas recomiendan precaución: no se aconseja su uso en mujeres embarazadas, ya que podría afectar al útero, ni en personas alérgicas a plantas de la familia Asteraceae, pues puede generar reacciones cutáneas o respiratorias.

Además de la infusión, la caléndula puede aprovecharse en preparaciones como ungüentos caseros para aplicar sobre la piel o incluso en ensaladas frescas, aportando un toque de color y un ligero sabor floral.

En conclusión, una taza de té de caléndula puede convertirse en un aliado natural para acompañar el cuidado de huesos y articulaciones, siempre y cuando se consuma con moderación y como complemento, nunca en sustitución, de la atención médica profesional.

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