Mientras Claudia Sheinbaum habla de serenidad y crecimiento, Donald Trump afila sus tarifas como si fueran machete para la selva comercial. Y aunque la presidenta se jacta de tener cabeza fría y finanzas calientes, lo cierto es que el 25% de arancel que se cierne sobre nuestras exportaciones es más amenazante que una auditoría del SAT en viernes por la tarde.